jueves, 24 de febrero de 2011
EL ESPEJO DE MI BICICLETA
Gracias por la lluvia.
Porque aunque la ciudad se inundó un poco, el mundo se extiende más allá de la ciudad. Los campos sedientos han de darle la bienvenida. Y los brotes y los ríos, y el manantial purificador, y mis ojos, también agradecen viendo como el azul salpicado de verde, y el sereno pavimento reflejándose, se vuelve en este instante cortina líquida. Redondo paisaje mirándome desde el espejo de mi bicicleta.
(Fragmento de Paisajes, Stella M. Gallero © 2010)
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